Miralálálá.

Lo pequeño se hace grande día a día.

Buscando fotos encontré está, y me recordó a un buen cuento sin sentido alguno.
Un buen día nació un niño, era un buen día de verano, no hacía mucho calor, y el parto fue bueno. 
El niño fue al creciendo, con los mese, ando, con más meses habló, y luego "pal cole", era bueno, no lloraba, se portaba genial, y era muy listo. Al cabo de unos años se encontró con el instituto ante sus pies, nuevo mundo, nuevas experiencias, peores notas, pero aun así seguía aprobando, al cabo de un rato se echó novia, con los años se fueron a la universidad y sus caminos se separaron, después de mucho estudiar se cruzaron un par de veces por la calle, pero no se saludaban, al final se casaron y tuvieron hijos, con 87 años murieron ambos. FIN.
Osease, Madrid, una pequeña villa en el centro de España, se fue convirtiendo en los que es hoy, y mirala, ahora tiene cuatro rascacielos que la observan entera.
Que sin darnos cuenta, la vida pasa, que aquí estamos solo un "cacho", que venimos de paso, que no somos eternos, y que nadie nos va a recordar después de muertos. Pero mientras tanto, intenta ser la mejor versión de tu mismo.